EXCELENTE AISLANTE TÉRMICO Y AHORRO ENERGÉTICO
La fachada ventilada actúa como aislante térmico gracias a la ventilación continua por el «efecto chimenea». Esta cámara de aire ayuda a mantener una temperatura agradable en el interior de los inmuebles durante todo el año.
Las capacidades aislantes permiten que el gasto de electricidad necesario para mantener una temperatura de confort dentro del inmueble pueda reducirse hasta un 40%.
MEJORA DEL AISLAMIENTO ACÚSTICO
La estructura creada y la cámara de aire actúa como aislamiento frente a sonidos procedentes del exterior y permite atenuar el impacto del ruido exterior en el interior del edificio.
La cámara de aire permite además actuar como aislamiento frente a sonidos provenientes del exterior. Mediante la adecuación de la distancia de colocación de la capa exterior y la utilización de distintos materiales se llegaría incluso a anular el ruido exterior.
REQUIERE POCO MANTENIMIENTO
El mantenimiento de la fachada ventilada es casi nulo, especialmente si eliges un material de revestimiento de calidad que resista bien las inclemencias del tiempo.
APORTA VALOR AL EDIFICIO
La vistosidad del acabado final de una rehabilitación con fachada ventilada hacen que el aspecto exterior del edificio mejore y, en consecuencia, crezca el valor del inmueble al que se le ha dotado de fachada ventilada.
EVITA LA CONDENSACIÓN Y LA HUMEDAD
La circulación continua del aire dentro de la cámara elimina las posibles filtraciones de agua que pueden colocarse entre las juntas del material de revestimiento.
REDUCE LOS MOVIMIENTOS ESTRUCTURALES
La cámara de aire ayuda a mantener una temperatura estable en el cerramiento del edificio y ayuda a evitar la aparición de grietas y fisuras, ya que al no producirse cambios bruscos de temperatura la estructura es menos susceptible de sufrir movimientos de dilatación o contracción.